Sorprendente y variado final de las escuelas de la comunidad de Madrid. Una final donde se lidiaron seis añojos de Carmen Lorenzo, muy bien presentados y de distinto juego.
Adame: el principal favorito a priori, no tuvo su mejor tarde. En primer lugar lidió un novillo que se quedaba muy corto y escaso de fuerzas, con el que se mostró muy aseado con el capote y perfecto en banderillas. Con la muleta no pudo hacerle faena, aunque dejó su concepto del temple y estuvo inteligente perdiendole pasos. Le faltó tapar un poco más la cara del animal para que repitiera.
En el cuarto de la tarde, las ganas le pudieron, siendo atropellado en dos largas. Estuvo inteligente, pero también le volvió a tocar un novillo con calidad pero de poco recorrido. A pesar de no haber ganado dejó atisbos de que puede ser un chaval a tener en cuenta en el futuro.
El Moli: en el primero se vio superado en todos los aspectos. Desde el capote intentó sorprender pero sin conseguir el efecto, y sólo recibiendo palizas y sin realizar el toreo esencial. Le arrancó varias veces la muleta y estuvo muy por debajo de un buen añojo. Entre la paliza y el desanimo lo mejor que le pudo pasar es que acabara la faena.
En el quinto le tocó otro novillo fuerte, con teclas que tocar, pero que el joven becerrista no estuvo a u altura, estaba ya fuera de la becerrada, desanimado, no mandó en ningún momento sobre el animal. Una mala tarde la tiene cualquiera, es lógico a estas edades. Lo preocupante para mi es lo mal que maneja el capote, algo que tiene que corregir ya y que se olvida del toreo fundamental en muchas ocasiones.
Álvaro Sánchez: su primero fue un toro soso sin transmisión. Pero al que le hizo las cosas muy bien desde el capote enseñandole a embestir. Mostró ráfagas de su concepto, con una actuación muy seria y que fue a más.
En el último de la tarde, precedido de un bonito brindis, hizo una faena escandalosa, de gran categoría. Con un toro noble pero sin excesos de fuerza, le sacó naturales a cámara lenta, enganchándolo alante y enroscandoselo en la cadera, cargando la suerte en todo momento. La faena cada vez cogía más vuelo, realizando tandas perfectas y sin nada hacía la galería. Realizó ese toreo que muchas veces le pedimos a las figuras y que tan escasos estamos de él, el toreo puro. Muy bien el chaval
Álvaro Sánchez consiguió el galardón de manera muy merecida, con un gran toreo y espero que no pierda su personalidad en el futuro. Adame y El Moli seguro que tienen más oportunidades en el futuro para mostrarse mejor. Apuntad el nombre de este chaval, no hay que perderle la pista.
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